SOLETE

Así se llama y es esta niña que tomó su Primera Comunión el domingo pasado.

En Doble de Canela quisimos desde el primer día, diseñar una celebración dulce y distinguida como la anfitriona. Creo que lo conseguimos. Para eso trabajamos cada detalle pensando en ella, en sus gustos, sus colores… Sorprender a los niños puede ser fácil pero si además los conoces, porque son de la familia, el trabajo inconscientemente se convierte en más personalizado y cuidado, obteniendo un resultado sorprendente donde se aprecia el cariño puesto.

El elemento central de la decoración fue el Candy Bar. Una mesa de chuches rústica de palets que personalizamos con el nombre de Solete y con guirnalda de globos en tonos pálidos como los dulces de la mesa.

Teniendo en cuenta el envidiable entorno de la Villa, colocamos un córner hecho de cajones antiguos para fotos y firmas.

Además, diseñamos toda la carteleria siguiendo la corporatividad de las mesas y colores elegidos a tal efecto.

Ha sido un fin de semana intenso pero ha valido la pena. Porque no solo ha sido trabajar y diseñar los bonitos momentos, sino celebrarlos y compartirlos con la familia que uno elige.

Gracias por vuestra confianza y hasta la próxima.

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